Casi dos semanas después del incendio en el edificio Hines, un albergue ubicado en la avenida del Puerto junto a la Feria de San José, en La Habana Vieja, varias familias continúan en las afueras del inmueble por miedo a otro evento similar, pero ahora las autoridades les están obligando a regresar a sus cubículos.
“Todos tenemos miedo, y más las personas mayores", dijo a Martí Noticias Ibisleyvis Castellanos, quien lleva seis años viviendo en ese edificio.
Vecinos del lugar aseguran que el fuego, que destruyó cuatro cubículos, se desató al amanecer del 30 de mayo debido a las malas condiciones de las líneas eléctricas. Unas 36 familias quedaron a la intemperie. Entre los afectados se encuentran niños, ancianos, personas enfermas y mujeres lactantes.
"Sabíamos que iba a pasar, que las líneas se iban a recargar, iba a haber un corte eléctrico", explicó Castellanos.
Según su testimonio, todavía hay 16 familias en los bajos del edificio Hines. De estas, cuatro sufrieron pérdida total. Las demás están reclamando sus derechos debido a la falta de electricidad y las malas condiciones del lugar.
La Dirección Municipal de la Vivienda se está “respaldando en la Policía” para obligarles a que regresen a sus lugares y no protesten. Martí Noticias corroboró con varios residentes del área que las familias damnificadas han permanecido bajo vigilancia policial con el pretexto de evitar el bloqueo de la Avenida del Puerto.
Desde el siniestro, las familias han estado durmiendo en colchones sobre el pavimento, sin acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad, atención médica o privacidad.
Castellanos enfatizó que la situación se agrava con la inminente temporada ciclónica que comenzó el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre próximo.
A inicios del año pasado varios residentes del Hines expusieron a Martí Noticias las terribles condiciones del lugar. Los desgarradores testimonios sobre la situación quedaron recogidos en la serie audiovisual "Esperando un techo".
“Aquí no hay condiciones de vida ninguna”, dijo una mientras otra mujer contaba que en un albergue en el que convivían unas 460 personas contaban con apenas seis baños.
“Una chispa y es completo”, contaba otra sobre los problemas eléctricos del inmueble.
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