El presidente Donald Trump está revisando los detalles del acuerdo comercial con China con su equipo, según informó la Casa Blanca el miércoles.
En su conferencia de prensa habitual, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que el presidente Donald Trump está satisfecho con lo que ha conocido hasta el momento sobre el acuerdo comercial con China.
"Él habló con su equipo comercial, quienes hicieron un trabajo fantástico negociando esto en nombre de Estados Unidos y reuniéndose con sus homólogos chinos. El presidente está conversando con ellos sobre los detalles ahora, pero lo que escuchó, le gusto”, declaró la vocera.
Leavitt afirmó que la administración acordó cumplir con los términos del acuerdo de Ginebra alcanzado previamente con funcionarios de Beijing.
“China acordó abrir sus mercados a Estados Unidos independientemente de este acuerdo. Y en lo que respecta a este acuerdo, volvemos a los términos acordados en Ginebra para la liberación de algunos de esos minerales críticos y los imanes de China a Estados Unidos. Y también acordamos cumplir plenamente con el acuerdo de Ginebra. Así que el presidente está revisando los detalles con su equipo comercial ahora, y les informará más”, dijo.
Mientras tanto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, parte del equipo de la Casa Blanca que negoció el acuerdo, declaró ante legisladores en el Capitolio que esperaba que China cumpliera su parte del trato.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, expresó el deseo de su país de alcanzar un trabajo conjunto de cara a aplicar el acuerdo para mantener la tregua comercial y potenciar sus relaciones económicas.
"Esperamos que Estados Unidos trabaje con China para aplicar el importante consenso alcanzado durante la conversación entre los dos jefes de Estado, dar rienda suelta al papel del mecanismo de consultas en economía y comercio, mejorar el consenso, reducir los malos entendidos y fortalecer la cooperación a través de la comunicación y el diálogo", sostuvo el vocero.
Según el último acuerdo, que tiene que recibir la aprobación final de los jefes de Estado de ambos países, Estados Unidos impondrá aranceles generales del 55 % a los productos chinos, en comparación con el 145 % anterior. A cambio, Pekín impondrá un arancel del 10 % a los productos que importe de Estados Unidos, en comparación con el 125 % anterior.
China proveerá a Estados Unidos imanes y minerales de tierras raras, mientras que Estados Unidos garantizará el acceso a las universidades estadounidenses a los estudiantes chinos.
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